LOS ANGELES, CA – Hoy, John Trasviña, Presidente del Fondo Méxicano Americano para la Defensa Legal y de la Educación llamo a lideres de todas comunidades para unirse y condenar la violencia de odio:
“Lamentamos y estamos indignados por el asesinato en Brooklyn, New York de Jose Osvaldo Sucuzhañay, cual vida fue violentamente y prematuramente arrancada por un grupo de personas motivados por odio y racismo. Solamente hace un mes, Marcello Lucero de 37 años fue golpeado y fatalmente acuchillado en Long Island, New York por un grupo de jóvenes quienes lo cazaron simplemente por ser Latino. El 14 de Julio, Luis Ramirez de 25 años perdió su vida después de caer al piso inconsciente y ser pateado en la cabeza por un grupo de jóvenes en Shenandoah, Pennsylvania, quienes gritaron insultos raciales antes y después de la golpiza brutal. Les mandamos nuestro pésame a sus familias y seres queridos.
En los últimos años, los crimines de odio contra los Latinos han aumentado el 40 por ciento. Esta un una epidemia nacional que esta creciendo al diario por el discurso de odio y sentimientos anti-inmigrantes expresados en programas de cable, radio y atrás otros medios.
La legislación nacional, tal como la ley de prevención de crímenes de odio de la agencia del orden publico local, debe de ser una prioridad alta para el Congreso y la nueva Administración, pero no es suficiente solamente alcanzar el odio que amenaza a las comunidades locales. No es coincidencia que este aumento dramático de crímenes de odio en contra de Latinos ha ocurrido durante los mismos años en que ha habido un renacimiento explosivo de medidas y retórico extremista anti-inmigrante. El tema serio de la inmigración ha sido contaminado por odio y racismo, y ha creado un ambiente toxico que fomenta y aprueba la violencia y las violaciones de derechos civiles motivados por la intolerancia. En sus esfuerzos de promulgar ordenanzas anti-inmigrantes inconstitucionales, oficiales electos irresponsables lanzan retórica inflamatoria que pinta a los inmigrantes indocumentados como la raíz de nuestra economía. Personalidades de televisión y radio difunden desinformación y estereotipos que criminalizan y deshumanizan a los inmigrantes Latinos. Mientras tanto, grupos de supremistas blancos están usando esta ola anti-inmigrante para promover sus grupos racistas y promover actos violentos en contra de Latinos. Colectivamente, estos mensajes y normas que estos grupos buscan establecer son que los inmigrantes son menos humanos y menos dignos, que no merecen las protecciones de los derechos humanos básicos y de ser tratados con la decencia básica humana que nuestra constitución exige. Estos mensajes han alcanzado las mentes y corazones de algunos americanos, y estos mensajes se están manifestando a través de la violencia. Desafortunadamente, nuestros líderes elegidos han fallado en reconocer y condenar esta crisis nacional, los medios de comunicación generalmente se han mantenido en silencio, y familias no han actuado para proteger a sus hijos de ser infectados por este odio.
Como comprobado por la elección histórica de este año, la gran mayoría de Americanos han derrotado las barreras artificiales del racismo y hemos entrado a una nueva era. Después de más de un siglo de luchas para libertad y democracia independientemente de raza, Americanos han suprimido la enfermedad del odio racial, sin embargo, un virus continúa con algunas personas, y no debemos de permitir que se multiplique. Hay algunos quienes creen que el racismo y xenofobia siempre existirán, pero no debemos de permitir que exista en nuestro país, en nuestras instituciones democráticas, en nuestras escuelas, ni en nuestros hogares. Tenemos que ser más vigilantes que nunca, y derrotarlo donde lo veamos.
MALDEF hace una llamada a nuestros representantes nacionales, líderes de fe, educadores, y padres, que se enfrenten y tomen acción inmediata contra esta ola nacional de odio. De nuevo hacemos una llamada al Congreso y al próximo Presidente a que desarrollen legislación comprensiva para reparar nuestro sistema de inmigración antiguo, establecer prioridades nacionales de inmigración, incluyendo integración comunitaria, que sirva los intereses de la nación, permitir a nuevos miembros a trabajar con estatus legal y con protecciones contra la explotación, y que además proteja a las comunidades de esta nación. Autoridades locales y federales deben de enjuiciar crímenes motivados por el odio con todo el peso de la ley. Los administradores locales y las personalidades de los medios de comunicación deben responsabilizarse por las consecuencias de su retórica extrema y deben propagar mensajes de respeto y tolerancia. Aún más importante, convocamos a todos los estadounidenses á unirse contra ésta ola de odio y derrotar el odio y la violencia. Esto es inaceptable y debe cesar ahora.”
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